Emancípate, hermana

Hola. Te quería decir que te admiro.
Yo admiro a las mujeres feministas y luchadoras como vos.
Hay demasiado macho suelto. Cómo cosifican a las mujeres.
Pero yo soy aliado.
¿Ya te dije que soy aliado?
Porque soy aliado, ¿eh?
Soy aliado. Orgulloso de llamarme feminista.

Soy feminista aunque me molesten los demás hombres.
Me miran mal porque las acompaño en la lucha.
Es que esos hombres solo ven sus cuerpas como objetos sexuales.
Pero yo respeto tu cuerpa.
Qué bonita cuerpa.
¿Puedo tocarte la cuerpa?

No lo digo en plan acosador.
Pero como sé que vivís tu sexualidad libremente…
La podés vivir conmigo.
#sexpositive

Y, bueno, sí, estoy casado.
Pero el matrimonio es una institución súper patriarcal, ¿no?
¿Ya viste el documental de Netflix sobre la monogamia?
Ahí te lo explican bien. Te lo recomiendo.
¿Tenés Netflix? Lo podemos ver juntos en el desayuno.

Tengo una relación abierta.
No sé si mi esposa también.
Digo, lo estamos hablando.
Estamos teniendo una conversación.
Abierta.
La conversación está abierta, no la relación.
Técnicamente somos “monógamos”, pero la monogamia es un constructo.
Deconstruyámonos. En tu cuarto o en el mío.

Igual no quería que cogiéramos.
Ni condones tenemos. Y yo sin condones no.
A menos que vos querás. ¿Querés?
Bueno, igual yo no quería que cogiéramos.
A menos que vos querás.

Bueno, ya. Si no querés, no.
No es no.
Los hombres tenemos que saber respetar el no.
Yo entiendo y respeto los no.
No significa no.
…Así que decime ya que sí, pues.

Pero, ¿por qué no querés? ¿Te da culpa?
La culpa es un invento machista para coaccionar a las mujeres.
Emancípate, hermana.

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